La pasión por la tierra estuvo desde siempre en el corazón de mi padre, pasión que heredó de su pueblo Calonge, Mallorca, España. Mis abuelos descubrieron que esa pasión por la tierra y los vinos también se sentía en Mendoza y decidieron establecerse aquí. Mi padre, Sebastián, adquirió la finca "Los Horneros" en Ugarteche, Luján de Cuyo, Mendoza, y junto a ella comenzamos a cumplir nuestro sueño.

Luego, dentro de los caminos del vino en Perdriel, Luján de Cuyo, hallamos una bodega boutique de 1950, con una antigua casona que data de 1919, la cual restauramos, rescatando y manteniendo su historia. Así fue que, en el año 2000, fundamos nuestra bodega familiar. Contagiada por la pasión de mi padre, decidí ser la enóloga de la familia. Incorporamos tecnología de punta para elaborar vinos de alta calidad, los cuales fueron reconocidos en distintos concursos internacionales, lo que nos impulsó a seguir mejorando y manteniendo nuestra esencia.

En la actualidad, junto a Adrián Ranaldi, continuamos trabajando con la misma pasión y cariño de mis padres y abuelos.

María Marta Adrover